MAAYÁN HAJAIM ME SALVÓ LA VIDA

TESTIMONIO ANÓNIMO.

Mi historia es muy común y le puede pasar o le pasa a cualquier miembro de nuestra comunidad judía de México, y a mí me pasó.

Les contaré mi historia.

Era una persona muy optimista, trabajadora y sentía que mi vida estaba completamente resuelta, tenía un empleo muy bien pagado con un israelí, que como todos ellos, es muy gritón y exigente (no entienden de pretextos ni de nada). Pero dentro de mi optimismo eso era aceptable. Por otra parte tenía una pareja a la cual amaba y pensaba que me amaba, que equivocad@ estaba.

Un día mi pareja decide (sin tomar mi opinión)  terminar la relación, dejándome, y llevándose mis ahorros, la tristeza invadió todo mi ser, expliqué la situación a mi patrón (lo lógico por ser la persona que es no le importó, le pedí unos días para manejar mi problema personal, no me los dio) empecé a fallar en mi trabajo, a tomar algo de alcohol,   lloraba por todo, no podía pensar, trabajar menos, por su puesto perdí mi empleo bien pagado y demasiado presionado.

La situación empeoró cuando me pidieron que saliera de mi departamento por no poder la pagar la renta.

Una noche decidí terminar con mi vida, preparé un coctel de pastillas (40 pastillas  aproximadamente para diferentes padecimientos) y me las tomé con media botella de vodka. Me acosté en mi cama, el cuarto daba vueltas y vueltas, me dormí pensando que todo ya tendrá que terminar, dormido sentí una nausea y devolví todas las pastillas con el vodka. Y sin más me quede dormido.

Al otro día ante mi sorpresa, desperté y lo primero que pensé fue en mi mala suerte de no haber muerto (ni D-S me quiso junto a él). Había pisado fondo. Reflexione mientras limpiaba,  (D-S me iluminó) recordé que en Facebook vi un anuncio de Maayán Hajaim, llamé por teléfono. Vi una luz en la obscuridad, y comencé a tomar múltiples terapias, incluso con un psiquiatra (todos ellos de Maayán Hajaim) me canalizaron a Kadurim para que me ayudaran con los antidepresivos.

Gracias a la terapia saqué de mí mismo ideas y apoyado en mis fortalezas, comencé un negocio prospero. Al poco tiempo llego la temida pandemia del Covid-19 y no puedo imaginar que hubiera sido de mi vida sin ayuda de Maayán Hajaim y a mis terapeutas que me ayudaron a sobrevivir a la pandemia a nivel personal, de negocios de las amistades y de amores.

Poco a poco el negocio ha ido creciendo, mi estado de ánimo ha ido mejorando, volví a tomar otro departamento rentado y si bien no ha sido fácil, ahí vamos.

Quiero agradecer a Maayán Hajaim a mis terapeutas, a mi psiquiatra pero sobre todo a los benefactores de la institución. Quisiera exhortar a la comunidad a donar y ayudar a esta causa porque EL QUE SALVA UNA VIDA SALVA EL MUNDO


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