Las personas resilientes liberan sus emociones ante situaciones adversas, expresan lo que sienten y piensan, y lo hacen sin generar daño a otras personas; lo cual les ayuda a liberar tensión acumulada.
El ser resiliente no quiere decir que la persona no experimente dificultades o angustias; el dolor emocional y la tristeza son comunes en las personas que han sufrido grandes adversidades o traumas en sus vidas; de hecho, el camino hacia la resiliencia es posible que esté lleno de obstáculos que afectan el estado emocional.
La resiliencia no es una característica que la gente tiene o no tiene, dado que incluye conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona.
La resiliencia se aprende en un proceso que requiere tiempo y esfuerzo y se comprometa.
¿ Más que es la resiliencia?
Es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativas tale como problemas familiares o de relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones estresantes de trabajo o financieras; significa “rebotar” de una experiencia difícil, como si la persona fuera una pelota o un resorte.
Los estudios han demostrado que la resiliencia es ordinaria, no extraordinaria; las personas demuestran resiliencia.
Ser resiliente, no quiere decir que la persona no experimente dificultades o angustias; el dolor emocional y la tristeza son comunes en las personas que han sufrido adversidades o traumas en sus vidas; de hecho, el camino hacia la resiliencia probablemente esté lleno de obstáculos que afectan el estado emocional.
La resiliencia no es una característica que las personas tienen o no tienen, incluye conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona.
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